Marta Lucía Ramírez ¿Atropello al patrimonio?
La sala Indalecio Liévano, ubicada en el palacio de San Carlos, la misma de la cual escapó Simón Bolívar en la noche Septembrina, reúne acontecimientos históricos para el país, considerado como un patrimonio cultural con más de 400 años. Este emblemático lugar fue modificado por la Vicepresidenta y Canciller, para la visita de la CIDH.
Una vez concluida la reunión de la CIDH con la Vicepresidenta y Canciller, Marta Lucía Ramírez, el Fiscal General, la Procuradora General y la Defensoría del Huila, entre otras autoridades que asistieron al encuentro, el cual tuvo lugar en el palacio de San Carlos, en la sala Indalecio Liévano. Ante una visita tan importante y un tema de gran relevancia nacional, pocas personas se fijaron de un aspecto que tiene gran relevancia para la historia y la cultura nacional.
La pared del salón de exministros tuvo una gran modificación. Todo parece indicar que a la nueva huésped, no le gustó el estilo colonial del recinto, y llegó a realizar cambios del mismo. Con un terciopelo de color rojo, adornada con cuadros de los retratos de aquellos Ministros de relaciones exteriores que ha tenido el país, y ordenó guardar los cuadros que allí habían.
Esta sala siglos atrás, era el punto de encuentro para los Consejos de Ministros con el presidente de turno, en donde debatían los asuntos más importantes del país. Esto y otros hechos históricos, podían dar cuenta del valor cultural y arquitectónico del recinto, ubicado en el tercer piso del palacio de San Carlos.
Otro punto que también genera inquietud, es el valor de la remodelación y de donde se giraron los recursos para este ‘gusto’ de la vicepresidenta.
