30 años del fallido golpe de Estado en Venezuela: El día que el mundo conoció a Hugo Chávez
Antes del 4 de febrero de 1992 nadie conocía a Hugo Chávez; 30 años después, luego del intento fallido de golpe de Estado la historia de Venezuela marcó un nuevo capítulo.
El 4 de febrero de 1992, el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez se hacía familiar para los venezolanos. Al frente de 2.000 soldados encabezó un golpe de Estado al Presidente Carlos Andrés Pérez, acción fallida que, aunque no obtuvo los resultados esperados, le sirvió para siete años más tarde llegar a la Presidencia de Venezuela. Su visión de Estado logró transformar a la nación sudamericana. Al respecto visiones contrarias sobre la realidad del país hoy en día configuran las posturas del legado de Hugo Chávez.
Frente a los principales medios de comunicación de Venezuela, Hugo Chávez se reconoció como un militar fallido; sin embargo, fue ese momento el que comenzó a construir su mito político. Muchos de los venezolanos que lo veían por primera vez, le escucharon pregonar sus ideas con las que vaticinaba “nuevas situaciones” que permitirían dirección al país hacia “un destino mejor”.
El golpe del 4F ha quedado en el imaginario colectivo de los chavistas y pervive como parte de los símbolos del hombre que gobernó por varios años el Gobierno venezolano. Estos grupos políticos se identifican poniéndose un brazalete con la bandera venezolana, de igual forma como lo hicieron los golpistas para distinguirse de los leales al Gobierno legítimo. Este hecho militar y político marcó la identidad de la memoria chavista, tanto así, que su heredero, Nicolás Maduro, una vez ocupó su lugar en el Palacio de Miraflores, prometió seguir su legado y cumplir su ideario.
No obstante, en la actualidad el país vive una situación dramática, consecuencia de las políticas que se han implementado las últimas dos décadas. La economía del país está dramáticamente contraída, la producción de petróleo que es el principal producto del país y su principal fuente de riqueza ha descendido de forma vertiginosa; esto ha llevado a que los ingresos del país y, por ende, la adquisición de bienes y servicios para el desenvolvimiento de la vida venezolana, se vea muy comprometida. Lo anterior producto de medidas de tipo de expropiación y de inestabilidad jurídica que han llevado a muchas empresas a cerrar sus puertas.
