Corte Suprema aprueba extradición de “Otoniel” hacia Estados Unidos
La Corte Suprema de Justicia, por medio de la Sala Plena, aprobó la extradición Estados Unidos del máximo jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”.
El máximo jefe del grupo armado ilegal era uno de los narcotraficantes más buscados por Colombia y Estados Unidos, por quien se ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por información que condujera con su captura, la cual se dio a través de la operación militar “Osiris”, ejecutada por las Fuerzas Militares de Colombia el pasado 23 de octubre de 2021.
Úsuga, con un amplio prontuario delictivo en Colombia y otros países, fue solicitado en extradición el 2 de noviembre de 2021, por la Corte Distrital de los Estados Unidos, por los delitos de narcotráfico, concierto para delinquir y porte ilegal de armas; no obstante, el acusado había solicitado ser acogido por la JEP, argumentando ser colaborador de las FARC.
En su momento, la Corte señaló que “Otoniel” no hizo parte de la extinta guerrilla de las FARC y, por tanto, no había sido incluido en los listados que fueron otorgados por el grupo subversivo al Gobierno Nacional, y por esta razón no fue reconocido como miembro de esa organización.
Ahora, el Gobierno Nacional tendrá la última palabra para definir si aprueba o no la petición del Gobierno estadounidense, donde este deberá pagar los delitos cometidos en dicho país. Así mismo, a “Otoniel” le figuran 128 órdenes de captura por diferentes delitos, como narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad, entre otros.
Por otra parte, cuenta con siete sentencias condenatorias y ocho medidas de aseguramiento vigentes; de igual forma, cuenta en su contra con dos circulares rojas y una azul de INTERPOL, así como una solicitud de extradición emitida por una corte de los Estados Unidos.
De acuerdo con las labores de inteligencia e investigación criminal, Úsuga sería el responsable de direccionar alianzas delictivas con estructuras del crimen organizado residual, así como con algunos integrantes del ELN para actividades relacionadas con el narcotráfico, especialmente en la zona del Golfo de Urabá.
