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Conozca cómo y dónde acariciarlos: perros y gatos

Estas son algunas recomendaciones para lograr la mejor interacción con su mascota.

Para lograr una buena reacción de los animales cuando los acariciamos es primordial permitir que escojan y controlen las interacciones. Es necesario recordar que estos animales vienen de antepasados que vivían en ambientes salvajes y que, como en el caso de los gatos, algunos de estos comportamientos siguen presentes en los individuos actuales.

Gatos
A diferencia de estos felinos que tienen tendencias a comportarse de manera independiente y usan la comunicación indirecta, los humanos somos seres sociales que tienden a interpretar el acercamiento como muestras de afecto. Es clave permitir que el gato inicie las interacciones y señale qué parte del cuerpo quiere que sea acariciada, así es más probable que el intercambio dure más tiempo.

Normalmente, estos animales disfrutan de ser acariciados cerca a glándulas faciales es decir debajo de la barbilla, mejillas y base de las orejas. Zonas como el lomo, la barriga y base de la cola son lugares en donde sería mejor no acariciar al felino. Si el gato está a gusto con las atenciones lo demostrará con su lenguaje corporal, haciendo gestos como mantener la cola erguida y moverla suavemente de lado a lado, además, mantiene la postura corporal relajada y las orejas hacia adelante, también son buenas señales si ronronea o “amasa” con las patas delanteras.

Esta especie de felinos tiene un periodo de adaptación, entre las dos y siete semanas de vida, cuando aprenden a disfrutar del contacto e interacción con los humanos. Hay que recordar que las muestras de incomodidad por una caricia no siempre se exteriorizan en agresividad, hay señales que son más sutiles.

Por ejemplo, si el gato no está disfrutando de la atención, además de arañar o morder, puede que muestre el siguiente comportamiento; voltear la cabeza en dirección contraria al humano, aplanar las orejas sobre el cráneo, no reaccionar para buscar el contacto físico, se asea de manera repentina y repetitiva, se lame la nariz, mueve de manera agresiva la cola, se le eriza el pelo de la espalda, entre otras.

Perros
Si bien son animales más dados a las relaciones sociales y los mimos que los gatos, también es necesario saber qué momentos son adecuados para darles cariño y qué zonas son las preferidos por los perros. Por ejemplo, si el perro está ladrando o gruñendo y se siente tensión en alguna parte del cuerpo es mejor no acariciarlo, así como tampoco hacerlo cuando esté comiendo, porque puede llevar al animal a creer que se está compitiendo por el alimento, lo que puede despertar una respuesta agresiva en el perro. De igual forma es mejor evitar mirarles directamente a los ojos y agarrarles de la cabeza. Tampoco es recomendable abrazarlos, soplar en el rostro y orejas, hacerles cosquillas, estrujarlos o darles palmadas.

Las mejores zonas para acariciar a los perros son en el pecho, detrás de las orejas, el final del lomo y entre el cuello y la barbilla y, si bien se puede hacer en varias ocasiones del día, el portal especializado Experto Animal recomienda realizar las sesiones de mimos al final del día, después de volver del último paseo, porque en este momento el perro habrá gastado toda su energía y percibirá estas caricias de manera relajante, en especial si se hunden las manos en el pelaje y se mueven de forma suave y en el sentido del crecimiento de las hebras. Estas sesiones de “masajes” trae beneficios para el perro como reducir el estrés y la presión arterial.

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