Tras las rejas integrantes de la ‘Primera Línea de Neiva’.
Luego de seis horas de intervención, la juez tercera municipal con función de control de garantías de Neiva, con argumentos y material probatorio suficiente, determinó enviar a la cárcel a seis de los ocho capturados por hechos vandálicos en medio de las protestas del año pasado.
Fue una semana pesada y agotadora, para un proceso judicial que apenas comienza. Tras haber escuchado a los capturados y sus defensas y analizar minuciosamente el material probatorio recaudado por la Fiscalía, la juez finalmente tomó sus decisiones.
De los ocho capturados el pasado 27 de abril en varios puntos de la capital del Huila, recientemente sólo dos quedaron con medida de aseguramiento domiciliario, mientras ocho fueron enviados a la cárcel.
La togada pudo establecer que los detenidos de la denominada ‘Primera Línea de Neiva, participaron en 10 hechos vandálicos en medio de las manifestaciones del pasado mes de mayo y junio del año pasado.
Medida carcelaria.
Andrés Felipe Yara Vargas, Pablo Fernando Vargas Lima, Edwin Herrera Pimentel, Vanessa Cabrera Sánchez, Kevin David García y Sebastián Zambrano, fueron enviados a un centro carcelario, por presuntamente haber participado en casi todos los hechos mencionados por la Fiscalía.
Teniendo en cuenta que Angie Carolina Cuellar es madre de tres menores de edad, la juez decidió otorgarle medida domiciliaria. Lo mismo sucedió con Cristian Andrés Reyes Cuellar, debido a que de los ocho, fue el que menos participación tuvo en los hechos vandálicos.
En la audiencia que concluyó a las 9:00 p.m. de este viernes, la juez señaló que la Fiscalía tiene material probatorio suficiente para demostrar la culpabilidad en los delitos de terrorismo, concierto para delinquir, hurto calificado y agravado, secuestro, incendio, perturbación en servicio de transporte público y vías locales.
El caso parecía que no prosperaría ni llegaría a esta instancia, debido a que, durante la intervención de los abogados, éstos promulgaron en la inocencia de los capturados, argumentando también que no representan ningún peligro para la sociedad.
