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Un año después sigue impune la muerte de Derly Pastrana.

¿Quién dio la orden para asesinarla? Es quizás la pregunta que muchas personas aún se hacen con respecto al asesinato de la lideresa social Derly Pastrana Yara. Hoy hace un año, sicarios le dispararon en ocho ocasiones en el sur de Neiva.

Quien en vida fue la defensora de las víctimas en el Huila, desde el cielo sigue esperando que su caso no quede archivado, ni en la impunidad como muchos otros. Derly Pastrana Yara, nació y murió sirviéndole a los más vulnerables, a aquellas personas que no tienen voz, no sólo en esta región, sino también en el Caquetá.

En su vida no todo fue color de rosas. En sus 45 años, tuvo que pasar por diferentes adversidades y obstáculos, quizás los más duros que puede afrontar el ser humano, pero siempre, aún con el corazón desgarrado por el dolor, seguía firme con su labor social.

Vivió en carne propia el sufrimiento y la angustia de un desplazamiento armado, cuando las disidencias de las Farc empezaron a ser su sombra en todas partes. Afrontó el secuestro, el asesinato de sus seres más queridos y también fue abusada sexualmente en la selva, por parte de algunos miembros de la columna móvil Teófilo Forero.

Cuando llegaba a descansar en su lugar de residencia en el sur de Neiva, el 15 de junio del año 2021, estando en la puerta de su casa, sicarios a bordo de una motocicleta, sin mediar palabras, se ensañaron contra ella, perpetrándole 8 disparos.

Aún con vida, inicialmente Derly fue trasladada hasta el centro de salud de la ESE Carmen Emilia Ospina del barrio Canaima. Debido a la complejidad de sus lesiones, tuvo que ser llevada con urgencia al Hospital General de Neiva. Allí, pese al esfuerzo de los galenos por salvarle la vida, pasados 23 días, exactamente el 7 de julio, en la Unidad de Cuidados Intensivos, la lideresa se dejó vencer por la muerte.

“A ratos pienso que el dolor quiere hacerme perder mis fuerzas”, decía en sus escritos la líder social. Con explosivos lanzados por el grupo guerrillero, por poco muere junto a sus hijos y hermanos en San Vicente del Caguán. Razón por la cual tuvo que salir huyendo y terminó radicándose en Bogotá.

Pastrana era interviniente especial ante la JEP y contaba con esquema de protección de la UNP al momento del atentado. También era reconocida por su participación en la coordinación de la Mesa Departamental de Víctimas, principalmente por acciones de las Farc, e hizo parte de la Consejería para Mujeres, liderando proyectos productivos y otros programas.

Pasado un año después de su atentado y posterior muerte, el homicidio no ha sido esclarecido. En este momento el caso está en manos de un grupo élite de la Dijín a nivel nacional. Líderes locales esperan que se haga justicia y que den con los sicarios que la atacaron y también que rindan cuentas, sobre quién ordenó segarle la vida a Derly Pastrana.

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