Fracaso en el dragado del Río del Oro en Neiva.
Se requieren más fondos para completar la obra. Las intensas lluvias de la temporada invernal han causado estragos en el dragado del Río del Oro, un proyecto emprendido por la Administración Municipal de Neiva con una inversión inicial de más de 250 millones de pesos.
Esta situación ha generado preocupación, ya que cerca de 160 familias residentes en los asentamientos del sur de Neiva se encuentran en riesgo.
Con el objetivo de proteger a estas comunidades, la Alcaldía de Neiva destinó 269 millones de pesos para la construcción de un jarillón o dragado especial en el Río del Oro. Sin embargo, la creciente súbita registrada en el mes de marzo arrasó con los avances de la obra, lo que ha obligado a la administración local a realizar estudios adicionales para determinar las medidas necesarias para intervenir nuevamente.
Armando Cabrera, secretario de Gestión del Riesgo, explicó que esta obra era una demanda de la comunidad, y contó con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) en cuanto a la ubicación del dragado. Desafortunadamente, las fuertes lluvias de marzo causaron daños significativos en gran parte de la estructura, por lo que se está trabajando arduamente para restaurar el jarillón y brindar protección a los habitantes de los asentamientos.
El funcionario y expertos en la materia se desplazaron al lugar para evaluar los daños y determinar el costo necesario para restablecer el jarillón. La Secretaría de Gestión del Riesgo ha asignado un presupuesto de 50 millones de pesos para este propósito. El secretario Cabrera reiteró el compromiso de la Alcaldía de Neiva con la comunidad, asegurando que se llevará a cabo la ejecución de esta obra de mantenimiento y restablecimiento del dragado.
Las familias que residen en los tres asentamientos del sur de Neiva han solicitado una intervención rápida, y la Secretaría de Gestión del Riesgo se ha comprometido a finalizar la adecuación del río para el mes de junio. Se espera que estas medidas puedan garantizar la seguridad y el bienestar de los habitantes de esta zona afectada por el desbordamiento del Río del Oro.
