Cumplir calendario de siembra para proteger cosechas
La Administración Departamental hace un llamado urgente a los agricultores para que cumplan con el calendario de siembra establecido, que abarca desde el 18 de marzo hasta el 20 de abril.
El objetivo principal es evitar daños por plagas y pérdidas económicas debido a la mala gestión de las cosechas, así como aprovechar de manera más efectiva las lluvias.
Este calendario busca favorecer el desarrollo de los cultivos de maíz durante los períodos con mejores condiciones de lluvia y, al mismo tiempo, controlar los ciclos reproductivos del Dalbulus maidis, una plaga que transmite enfermedades que causan el “Achaparramiento Arbustivo de Maíz”.
La medida está respaldada por la resolución 00001624 del 23 de febrero de 2024 emitida por el ICA, después de un análisis exhaustivo realizado durante una mesa de trabajo convocada por el Consejo Departamental de Sanidad Vegetal del Huila, en la que participa la Secretaría de Agricultura y Minería del Departamento. Se evidenció el grave impacto de la plaga en los cultivos, con pérdidas que superan el 70% de las cosechas.
Esta medida afecta a los comerciantes de semillas de maíz y sorgo, así como a los agricultores que deseen realizar labores agrícolas, ya sea como parte de la rotación de cultivos en áreas arroceras o en la renovación de cafetales en zonas de ladera.
El incumplimiento de estas disposiciones será sancionado de acuerdo con lo establecido en el Decreto 1071 de 2015 y la Ley 1955 de 2019, además de las posibles acciones civiles y penales correspondientes.
La Secretaría de Agricultura y Minería del Huila insta a todos los afectados por esta medida a respetar las fechas establecidas para la siembra, ya que cualquier adelanto podría tener graves consecuencias para la salud de los cultivos de maíz y provocar pérdidas económicas debido a los daños en las cosechas.
Estas decisiones se basan en un monitoreo constante de la plaga, realizado como parte de un proyecto financiado por la Gobernación del Huila y desarrollado por Agrosavia y la Universidad Corhuila. Este proyecto ha evaluado el comportamiento de la plaga y cómo diversas variables, como la radiación solar, la humedad y la disponibilidad de alimento, afectan su propagación y, por ende, la expansión de la enfermedad.
