Colombia ordena regreso de embajador en Nicaragua por declaraciones de Ortega
El Gobierno colombiano ordenó el regreso de su embajador en Managua, posterior a las declaraciones del presidente nicaragüense asegurando que el país es un “narco-Estado” donde asesinan a diario a líderes sociales.
Este jueves el Gobierno Nacional ordenó a su embajador en Nicaragua, Alfredo Rangel, a regresar al país posterior a las declaraciones del presidente de Nicaragua donde tildaba a Colombia de ser un “narco-Estado”, donde son asesinados a diario líderes sociales.
“Ante las declaraciones realizadas por Daniel Ortega (…) nuestro Gobierno ordenó al embajador Alfredo Rangel presentar una nota de protesta ante la Cancillería nicaragüense, rechazando contundentemente esta nueva ofensa al honor de nuestra Nación, y le solicitó regresar de inmediato al país”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de un comunicado.
Entre tanto Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, en la que se acentuado la controversia por las elecciones generales realizadas el pasado 7 de noviembre, en las que fue reelegido para un quinto mandato el actual presidente Daniel Ortega; situación que Colombia no reconoció considerándolo un “fraude anunciado”.
En el marco de la conmemoración del aniversario 88 de la muerte de Augusto César Sandino, el presidente de Nicaragua manifestó que “es algo realmente impresionante la forma en que se asesina a los hermanos colombianos”, refiriéndose a los crímenes contra los líderes sociales. A su vez, afirmó que Colombia es un narco-Estado, criticando con ello a Estados Unidos, señalando que, “la droga penetra por los puertos, penetra a través de la aviación, penetra también a través de los pasos fronterizos”.
Por esta situación, la Cancillería colombiana respondió que el país “no solamente es víctima del narcotráfico que crece incesantemente por la demanda internacional de drogas, sino que ha sufrido por las distintas amenazas a la seguridad nacional”. La entidad pública aseveró en el comunicado que rechaza estas declaraciones que buscan distraer la atención de la comunidad internacional frente a la situación crítica en Derechos Humanos, así como a las múltiples violaciones que sufren los ciudadanos nicaragüenses, los partidos políticos y opositores al régimen de Ortega.
