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Para los habitantes de calle en Neiva existen las segundas oportunidades

La Administración Municipal, a través de la Secretaría de Desarrollo Social e Inclusión, realiza una serie de actividades en pro de los habitantes de calle por las segundas oportunidades a esta población vulnerable.

El programa Casa de Apoyo Habitante de Calle, continúa trabajando arduamente con el fin de seguir generando espacios de procesos de resocialización e inclusión social de esa población.
Logros que han sido posibles, gracias a un equipo de trabajo comprometido con la causa, y con diversas actividades que aportan a la transformación de la vida de las personas que se han encontrado perdidas en el mundo de la drogadicción y que han cometido delitos de hurto.

Los emprendimientos son una de las actividades desarrolladas para resaltar habilidades y destrezas con las manualidades que realizan, además, los mantiene ocupados en su tiempo libre.

“Estamos mostrando todas las acciones que hacemos en pro de los habitantes de calle, cuando toman la iniciativa de iniciar un proceso de resocialización o inclusión social en el que vemos dónde los usuarios tienen muchas habilidades y destrezas para el tema artesanal, hacen manillas, muñecas en papel periódico. El trabajo se hace en siete sesiones en mes y medio, dentro de las instalaciones del programa en media jornada, después de hacer los talleres con profesionales, hacen estas actividades para el manejo del tiempo libre”, manifestó Heidy Johana Cardozo, líder del programa Casa de Apoyo Habitante de Calle.

Así mismo, esta comunidad aprende a hacer unidades productivas con las que, después de terminar su proceso de resocialización, puedan tener herramientas para desenvolverse en el mundo sociolaboral. Varios participantes del proceso han puesto en práctica lo que han aprendido del Programa de Habitante de Calle.

Regalos con propósito

Heidy Johana Cardozo, comentó sobre un nuevo proyecto de emprendimiento que están llevando a cabo y son los regalos con propósito, “hemos planteado y queremos que todos los empresarios y ciudadanos conozcan nuestro emprendimiento que se llama ‘Regalo con propósito’, se trata de una caja de madera que los mismos chicos la lijan, la pintan, decoran e incluye el café típico de nuestra región y unos vasos. El mensaje que queremos expresar es el compartir esas segundas oportunidades que tiene esta población tan vulnerada, y que muchas personas al ver un habitante de calle les da temor, inseguridad, entonces es mostrar la otra cara de estas personas que son seres humanos, que son valiosos, que tienen habilidades y destrezas, y que solo necesitan una segunda oportunidad para cambiar y transformar su vida”.

Uno de los claros ejemplos del proceso de resocialización es el de Jonathan Abello García, quien actualmente lleva dos meses en el Programa de Habitante de Calle, en el que tomó la iniciativa de transformar la vida que llevaba. Desde entonces, el equipo interdisciplinario ha estado allí apoyándolo en su proceso.

“En estos momentos me encuentro en el programa de rehabilitación, que me ha dado la oportunidad de dejar atrás una vida que no era digna. Mi vida en las drogas ha sido muy vulnerable, cuando estoy en las drogas soy una persona totalmente indeseable, que solo pienso en consumir, robando a mi familia y a las personas que me daban confianza, para conseguir consumo, en el que poco a poco destruía mi vida”, comentó Jonathan.

“Después de haber entrado en esta Fundación, como lo pueden ver, mi tiempo, mis amistades han cambiado, mi vida ha mejorado, ya no estoy flaco, ya no estoy pensando en robar o consumir, si no que hoy en día pienso en mantener ocupado mi tiempo libre en cosas que verdaderamente valen la pena, nosotros hacemos cosas muy bonitas, como manillas, splash, cajitas con propósitos, y todo para mantener una mente sana y adecuadamente, ya que en la vida de las drogas nos golpea tanto que muchas veces pensamos que no hay esta oportunidad de salir adelante, pero hoy, estando aquí, me doy cuenta que sí se puede vivir sano, limpio y trabajar sin hacerle daño a nadie”, afirmó.

Testimonios de vida

Ferney Cuéllar, también es uno de los usuarios que hizo parte del programa para su inclusión social, un proceso riguroso que le tomó años, pero no fue imposible. “Fui habitante de calle, llevo en este proceso varios años, comedido con Dios, porque nos ayuda en este problema de adicción, es un sufrimiento muy duro que no se lo deseo a nadie. Después de haber entrado aquí, he podido recuperar a mi familia, a mis hijos, tengo esa alegría de haber salido de un encierro a la vida normal. Aquí ellos me consiguieron un trabajo, yo le agradezco mucho a todas las personas del Programa de Habitante de Calle por ayudarnos y querer sacarnos adelante”.

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