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Uribe Vélez se pronunció por decisión de la Juez 28 en caso de soborno de testigos

En una transmisión vía Twitter, el expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez leyó un extenso documento frente a la decisión de la jueza 28 de conocimiento de no precluir el proceso en su contra, en el que reitera que nunca tuvo la intención de buscar un testigo y que además “no hay una sola prueba que pueda poner en duda esta afirmación”. Por este hecho, el exmandatario irá a juicio.

Uribe Vélez indicó en su documento que “simplemente autoricé al doctor Diego Cadena para verificar la información que me llegaba”; indicó que nunca ha intentado engañar a la justicia y, por el contrario, explicó cómo fue “invadida mi privacidad con más de 22 mil interceptaciones ilegales” a su teléfono.

En el desarrollo de 41 puntos, Uribe hace referencia a aspectos puntuales del proceso e indica que, “en medio de las dificultades, seguiré con el escrito de mi versión sobre este proceso que ha contribuido a expropiar mi reputación, injustamente, pues he sido servidor público honesto y consagrado. De idéntica manera he trabajado toda la vida en mis actividades particulares”.

Durante su transmisión indicó que sus declaraciones se enmarcaban en la reiteración de argumentos soportados, más no en sus juicios de valor sino en muchos y diversas evidencias del expediente.

“Evidencias que acreditan que nunca ordené buscar testigos sino corroborar información que me llegaba; que jamás tomé la iniciativa de ofrecer un beneficio, ni autoricé ni supe previamente de giros de dinero, ni pasó por mi mente pedir que mintieran u ocultaran la verdad; que no es cierto que haya pretendido engañar a la justicia, todo lo enviado a la Corte tenía la única motivación, que fue expresa, de que sus magistrados lo verificaran. He combatido con la espada de los argumentos, pero no he sido estafador, como lo quiere hacer pensar la carga ideológica de mis adversarios”, agregó.

Conozca algunos de los puntos expuestos en el documento leído por Uribe Vélez:

• Se puso en duda y se llegó a afirmar que era muy probable que yo hubiera buscado testigos.
• Nunca tuve la iniciativa de buscar un testigo, simplemente autoricé al doctor Diego Cadena para corroborar la información que me llegaba. No hay una sola prueba que pueda poner en duda esta afirmación.
• Nunca busqué a Juan Guillermo Monsalve. Fue Vicky Jaramillo quien me expresó que sabía que estaba arrepentido de la falsa acusación contra mi hermano y mi persona y que quería decir la verdad. Esto está acreditado ante la Corte, la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura. Debió tenerse en cuenta que entre 2011, año de la declaración de Monsalve al senador Cepeda, y principios de 2018 cuando recibí la información de Vicky Jaramillo, nunca busqué a Monsalve.
• No hay una sola prueba de que mi persona, o a través del doctor Álvaro Hernán Prada, hubiera buscado a Caliche o a las otras personas de Neiva, con quienes no he tenido trato personal ni amistad, excepción hecha del doctor Hugo Tovar, quien falleció.
• La llamada entre Caliche y Rodrigo Vidal Perdomo, de abril de 2018, exhibida por la señora Juez, al contrario de crear dudas sobre el doctor Álvaro Hernán Prada o mi persona, muestra la molestia de los interlocutores porque el doctor Prada había cortado cualquier contacto con ellos.
• Sobre la Acción de Revisión es claro que el doctor Cadena me contó después de que ya habían hablado del tema por iniciativa del abogado de Monsalve. Además, me había informado que ya Monsalve tenía lista una carta en la cual decía la verdad. La señora Juez desconoció que mi respuesta afirmativa al doctor Cadena estaba en el marco de jamás haber pedido que mintieran o guardaran silencio. El doctor Cadena me repetía su énfasis en pedir solamente la verdad, y esta era mi apreciación sobre su ejercicio de corroboración.
• No conozco a Enrique Pardo H., interlocutor de Monsalve en la cárcel, ni a Ricardo Williamson, a María Mercedes Williamson la vi en una reunión social y casual donde el doctor Jaime Lombana. A ninguno de los tres busqué, y no he tenido interlocución con ellos.
• Que le haya preguntado al doctor Cadena por la publicación en medios de una carta de Enrique Pardo, no tiene relación alguna con posibles delitos de fraude procesal o soborno a testigos.
• La señora Juez refirió e hizo pública una grabación hecha por Monsalve, de conversación con Enrique Pardo, con la cual pretenden asignar a este último la iniciativa de la búsqueda de la verdad. Se omitió contrastarla con declaraciones de Enrique Pardo sobre el supuesto desespero y arrepentimiento de Monsalve por haber mentido. Ninguna duda sobre mi persona puede crear esta conversación, ninguna relación tendría con los posibles delitos que se me asignan.
• Deploro que el juzgado haya ignorado las alteraciones al reloj grabadora de Monsalve, ingresado a la cárcel con tal rapidez que permite colegir que Monsalve era autor del entramado. Deploro la falta de valoración a los mensajes de Whatsapp entre Caliche y Monsalve, que mostraban solamente lo escrito o dicho por una de las partes. Y también la pérdida de memoria del teléfono del senador Cepeda.
• Juan Carlos Sierra, ‘El tuso’, no lo conozco, fue puesto preso y extraditado en mi Gobierno. Los doctores Fabio Valencia, Roque Arismendi y posteriormente Juan Manuel Aguilar, constituyen el canal por el cual supe de los comentarios de Sierra, en Miami, que afirmaba haber recibido ofertas de beneficios del senador Cepeda y de la doctora Piedad Córdoba a cambio de acusar a mi hermano y a mi persona de vínculos con paramilitares. En efecto, el senador Cepeda y la doctora Piedad Córdoba visitaron a Sierra y a Mancuso, quienes se encontraban en cárcel de los Estados Unidos.
• La señora Juez recoge la teoría de la Corte y de las supuestas víctimas que cuestionan mi afán de corroborar informaciones por razones electorales. Era válido y necesario hacerlo, las denuncias contra el senador Cepeda, que formulamos en 2012 y 2014, las resolvieron a su favor y con compulsa en mi contra, por medio de auto de febrero de 2018, pocos días antes de la elección parlamentaria. ¿Cómo yo no iba a estar preocupado con ese daño electoral y reputacional que me causaron los magistrados Barceló, Luis Hernández y Castro Caballero? Los dos primeros han ejercido una militancia publicitaria en mi contra, que dice mal de la majestad de la Justicia. Y se ha logrado, con la afectación de mi nombre ante la ciudadanía, que yo acepte que no puedo opinar en la vida pública porque hago daño.
• En medio de las dificultades, seguiré con el escrito de mi versión sobre este proceso que ha contribuido a expropiar mi reputación, injustamente, pues he sido servidor público honesto y consagrado. De idéntica manera he trabajado toda la vida en mis actividades particulares.

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