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Boris Johnson sobrevive a moción de censura de Partido Conservador británico

El primer ministro británico Boris Johnson, que indignó con el escándalo de las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos, sobrevivió este lunes a una moción de censura, pero salió debilitado y aún puede verse empujado a dimitir.

Amenazado desde hace unos meses por este escándalo, conocido como “partygate”, del que durante un tiempo parecía haberse salvado gracias al cambio de foco por la guerra de Ucrania, el controvertido líder británico se enfrentó al veredicto de los diputados de su mayoría conservadora.

Al menos 54 de ellos habían solicitado un voto de confianza interno, que no se activó sino hasta el pasado lunes, una vez finalizó el “jubileo de platino”, los cuatro días de grandes celebraciones nacionales por los 70 años de reinado de Isabel II.

Sin embargo, solo 148 de los 359 diputados conservadores votaron contra el primer ministro, que obtuvo 211 apoyos. Anteriormente, Johnson, de 57 años, conocido por su talento para el escapismo político, se había dirigido a sus filas, a puerta cerrada en una sala del parlamento de Westminster, para intentar seducirlo.

“En muchas ocasiones se ha dicho que estaba acabado. Puedo reconstruir la confianza. Dejen de hablar de Westminster y empiecen a hablar de la gente que nos envió aquí”, habría dicho según uno de los asistentes.

De acuerdo con un sondeo relámpago realizado por YouGov a 506 miembros del Partido Conservador, el 42% quería que los diputados destituyeran a Johnson como primer ministro, frente a un 53% que esperaba que lo mantuvieran.

Puesto que ha salido triunfante, no podrá intentar otro voto de confianza interno durante un año. No obstante, el alto número de diputados que se expresaron en su contra lo dejaron bastante debilitado. “La historia nos dice que esto es el principio del fin”, afirmó el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, a la radio LBC.

“Si se observan los ejemplos anteriores de votos de confianza, incluso cuando los primeros ministros conservadores sobrevivieron (…) el daño ya está hecho y normalmente caen razonablemente rápido”, subrayó recordando los casos de Margaret Thatcher y Theresa May.

En los próximos días una comisión parlamentaria debe investigar si Johnson mintió a sabiendas a la Cámara de los Comunes cuando en diciembre aseguró que no hubo fiestas en sus oficinas y que no se infringieron las normas de prevención del COVID-19.

De acuerdo con el código de conducta oficial, engañar al parlamento es motivo de dimisión y se demuestra que lo hizo, esto le costaría resistir a la presión de la oposición y de sus propias filas.

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