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Estas son algunas de las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad

En diez capítulos se consignan los cuatro años de investigación de la entidad en la búsqueda del esclarecimiento de la verdad en el conflicto armado.

El informe final que fue presentado por la Comisión de la Verdad incluye algunas recomendaciones claves para la superación del conflicto armado que ha padecido Colombia por décadas, entre estos, se destacan puntos para enfrentar la violencia que es ocasionada por los falsos positivos, el paramilitarismo, las masacres y el reclutamiento de menores, entre otros.

Como resultado de este diálogo social y de la investigación recopilada en 10 volúmenes de la Comisión de la Verdad presentó las siguientes recomendaciones, en las que hace un llamado a la sociedad, al Estado y a la comunidad internacional.

• A los colombianos sin distinción, los invita a acoger las verdades de la tragedia de la destrucción de la vida entre nosotros y a tomar la determinación de no matar por ningún motivo a nadie.
• Reconocer a las víctimas del conflicto armado en su dolor, dignidad y resistencias, y al compromiso de la reparación integral.
• Mirar críticamente la historia e incorporar la memoria del sufrimiento y la lucha por la paz, para así hacer posible la no repetición y el nunca más.
• Pide a los jóvenes encarar la verdad y construir la Nación nueva que se encuentra en sus manos, y a no colaborar en nada que profundice la muerte, el odio y la desesperanza.
• A la sociedad y el Estado solicita sea implementado de manera integral el Acuerdo Final de Paz.
• Al Estado lo invita a tomar la iniciativa para la paz con el ELN y los demás grupos armados ilegales.
• A las organizaciones que no aceptan la legitimidad del Estado, tales como el ELN, las disidencias y demás insurgentes en la guerra, los invita a escuchar el clamor de los pueblos que piden el detenimiento de la guerra, así como ponerse en la ruta del diálogo desde la diversidad de metodologías y situaciones regionales.
• A la burocracia estatal y a los administradores públicos y privadas, los exhorta a rechazar y acabar con la corrupción en los diferentes niveles, rompiendo con ello los hábitos y complicidad gracias al control de la sociedad y la sanción eficaz para detenerla.

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