Revelaciones sorprendentes: Padre del ‘Minuto de Dios’ confiesa sus pecados.
El padre Diego Jaramillo, conocido por ser el conductor del programa icónico ‘Minuto de Dios’, ha generado revuelo al despojarse del hábito y confesar tres aspectos personales, uno de los cuales causan gran sorpresa.
Durante años, el programa ‘Minuto de Dios’ se ha convertido en un ícono de la televisión colombiana, transmitiéndose de lunes a viernes antes de las 7 pm Miles de televidentes se acostumbraron a escuchar la frase “en tus manos colocamos, este día que ya pasó y la noche que llega”, pronunciada por el padre Diego Jaramillo, quien asumió la conducción del programa en 1993, sucediendo al padre Rafael García Herreros.
Recientemente, el padre Diego Jaramillo se volvió tendencia en las redes sociales después de aparecer en el TikTok del ‘Minuto de Dios’, donde reveló detalles de su vida personal. En un tono ameno y entre risas, el sacerdote confesó sus gustos culinarios, su favorita e incluso reveló qué canción de fútbol es hincha, causando revuelo con su respuesta.
Inicialmente, Jaramillo compartió que su canción favorita es el himno nacional y que prefiere el Chocoramo en lugar del Gansito, así como el caldo en vez de la changua y el arroz por encima de todo. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su revelación sobre su equipo de fútbol favorito cuando le preguntaron: “¿Millonarios o Santa Fe?”. El padre Jaramillo, sin dudarlo, respondió que ninguno de los dos era su favorito, ya que es hinchado del Atlético Nacional. Esta elección se debe a su origen en Yarumal, Antioquia, donde el fervor por el equipo ‘verdolaga’ es muy arraigado.
En otro aspecto sorprendente, Jaramillo reveló su edad: tiene 91 años. Este dato también causa asombro entre muchos, ya que el sacerdote se conserva en buen estado físico y mental.
Estas revelaciones personales han permitido conocer un lado diferente del padre Diego Jaramillo, quien ha dejado ver aspectos más cercanos y humanos de su vida más allá de su papel como conductor del ‘Minuto de Dios’.
