La violencia en Córdoba amenaza la estabilidad y el proceso democrático
En un trágico suceso, dos valientes militares, identificados como Wilmer Chindoy y Gilberto Ramos Monsalvez, perdieron la vida en medio de enfrentamientos contra miembros del Clan del Golfo en la localidad de Tierra Alta, Córdoba.
Estos soldados se encontraron realizando operaciones destinadas a proteger a la población local cuando fueron emboscados y atacados a tiros, provocando un violento enfrentamiento que lamentablemente resultó en la pérdida de sus vidas.
Es imperativo que las autoridades locales y nacionales tomen medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los servidores públicos encargados de velar por su protección. Además, es fundamental que se lleven a cabo investigaciones exhaustivas para esclarecer los hechos y llevar a los responsables de estos actos violentos ante la justicia.
Este incidente se enmarca en el Plan Democracia, cuyo propósito es asegurar la estabilidad y seguridad del territorio para permitir que la población civil ejerza su derecho al voto en las elecciones programadas para el próximo 29 de octubre. Actos de violencia como este amenazan la estabilidad de la comunidad y el proceso democrático en curso.
Es importante señalar que en la zona donde ocurrió este acto violento, operan las subestructuras Javier Yepes Cantero y Juan de Dios Úsuga, que forman parte del GAO Clan del Golfo. Este grupo ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional debido a sus acciones que violan los derechos humanos y transgreden las normas del derecho internacional humanitario.
