Opinión | Pa’ lo que salga, un hombre sin temores.
Hace algún tiempo entre mis quimeras, veía la posibilidad de escribir para que muchos pudieran leer y opinar. Hoy me han brindado la oportunidad y quise comenzar hablando de un gran personaje político, un dirigente que por sus acciones como concejal, diputado, alcalde, lo recordarán; quizás en escenarios como empresario, y otros lo tendrán en su retina por su gestas deportivas. Pero yo quiero hacer referencia a esa parte encubierta, de momentos cortos de amistad, en esas madrugadas de ciclismo que solíamos tener, para llegar al interior de su forma.
Para muchos que hicieron parte de ese cuerpo político, lo recordarán con facilidad si les nombro algunos premios recibidos durante su gobierno, como el “Alcalde Solidario e Incluyente del Huila”, el premio “Misael Pastrana Borrero” gracias al esfuerzo en lo ambiental, o reconocimientos dados por entes internacionales como el del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), que identificó los municipios distintos a las grandes capitales de Colombia que requieren especial atención para su desarrollo y ubicaría nuestra ciudad como una de las más importantes, reconocimientos que le hiciera la Sociedad Colombiana de Ingenieros, gracias a la transparencia en la contratación pública, un hombre de muchos amigos, extrovertido, enamorado de los principios de familia, con un hogar ejemplar de muchos atributos, al fin un godo camandulero. Pero hubo un momento especial de gallardía, de gran carácter, vivido en uno de esos momentos deportivos en la madrugada de un domingo, día que es aprovechado usualmente para salir a disfrutar del ambiente familiar, de paseos, una imagen que le dio la “vuelta” al mundo y en especial a un acuerdo que con antelación había sido firmado por las partes pero que no lo estaban cumpliendo, enfrentando solo con su bicicleta y su integridad a los camioneros y muleros que transitaban sin “ton ni son” por nuestras vías, en entornos irresponsables, incrementando así la contaminación de nuestras fuentes hídricas y las victimas mortales, muchas veces por su imprudencia al conducir.
Recordado por frases como “No creo en liberal que vaya a misa, ni conservador que tenga moza” o “Pitalito no está pintado”, demostraban su personalidad y amor puro por la ciudad, preguntas que abundaban en los pasillos de la vieja alcaldía como, ¿y entonces ahora gobernación?, con muchas respuestas que dejaban un sin sabor y demasiadas incógnitas, ya que nunca respondía, un hombre de mucha gestión, gracias a su personalidad dicen algunos, a los bizcochos que solía llevarle a ministros y secretarias de despacho, dirían otros; yo digo fervientemente que fue gracias a su determinación, porque siempre que tenía algún propósito, lo trabajaba con disciplina y dedicación hasta lograrlo.
En estos momentos ya sabrán algunos a quien me refiero, ya que la fuerza de los hechos mencionados lo relacionan y para quienes aún no lo identifican, les puedo decir que trabajó duro en educación, tan duro que hoy el municipio fue declarado libre de analfabetismo, que hoy tenemos uno de los centros administrativos más modernos del país, un centro cultural soñado por uno de sus grandes amigos y tal vez su mentor, ya que lo traía casi siempre a colación, un patinodromo, un velódromo, una unidad de víctimas, y miles de millones de pesos enterrados en alcantarillados, obras de muchos valor social, cultural, económico y deportivo, que lo dejaron tan bien parado, que hoy lo tienen como candidato a un ministerio o a la gerencia de la Eelectrificadora del Huila, a la Cámara de Representantes por el departamento del Huila y quizás a la Gobernación de nuestro departamento.
Hoy, ad portas de una gran noticia, estamos convencidos los laboyanos y los Huilenses, que Pedro Martín Silva hará una excelente tarea al frente de alguna de estas grandes carteras, retos que difícilmente lo doblegaran, porque es un hombre apasionado, disciplinado, madrugador, visionario, incansable, y laboralmente es pa’ lo que salga, un hombre sin temores.
Por Julián Osvaldo Perdomo Cabrera
@colproyectosmga