La ‘salvada’ del interventor del estadio de Neiva
El desplome de la tribuna occidental del estadio Guillermo Plazas Alcid de la ciudad de Neiva hace ocho largos años, trajo consigo una serie de investigaciones y fallos para los responsables; al menos en lo disciplinario sí se falló, pero el interventor, ¡se salvó!
La interventoría de la fallida obra de remodelación del estadio de Neiva, estuvo a cargo del CONSORCIO INTERVENTORÍA ESTADIO 2014 Nit. 900.800.464-1, integrado por DICON DISEÑOS Y CONSTRUCCIONES INGENIERIA S.A.S, Nit. 900.756.276-5 con porcentaje de participación del 70%; Diego Fernando Jaime Escobar, CC 12.240.867, con porcentaje de participación del 25% y Pedro José Serrano Carrasquilla, CC 16.885.925, con porcentaje de participación del 5%. El total del contrato fue de $1.199’768.000. El representante legal de DICON, Luis Alfonso Trujillo Briñez, era el representante legal del consorcio en el papel y por ende, asumía toda la responsabilidad de la interventoría, así no estuviera capacitado técnicamente, una irresponsabilidad del verdadero dueño de la interventoría, al exponer a su tío político por estar impedido para contratar.
En la obra, siempre estuvo actuando como director de la interventoría, el ingeniero civil Jaime Andrés Arévalo Rojas, dueño virtual de la interventoría y quien habría organizado todo para crear el consorcio y buscar los socios para tal fin. Todo esto a razón que su esposa Carolina Moncaleano Clavijo, era directora de justicia de la Alcaldía de Neiva y posteriormente asesora de despacho del alcalde Pedro Hernán Suarez Trujillo, razón legal que le impedía contratar a Arévalo Rojas de manera directa con el Nunicipio de Neiva.
A la fecha la Contraloría hizo lo suyo, en lo penal todo quedó en el pago de algunos perjuicios,
porque el Juzgado Primero Penal del Circuito de Neiva cerró la investigación en 2021, mientras que en lo disciplinario, hace un mes, la sala disciplinaria ordinaria de juzgamiento de la Procuraduría, confirmó en segunda instancia, la sanción de 18 años de inhabilidad contra Luis Alfonso Trujillo Briñez, representante legal de la Interventoría del Estadio de Neiva, para ejercer empleo público, función pública, prestar servicios o contratar con el Estado, reduciendo la multa a 80 salarios mínimos. Sanción justa para algunos, pero injusta para otros, considerando que el señor Trujillo Briñez, solo había prestado su nombre para que su sobrino político, ejecutara la interventoría. Lo curioso, es que pese a que Jaime Andrés Arévalo era oficialmente el director de interventoría de la obra, contra él y otros implicados, no hubo ningún tipo de sanción y contrario a esto, el ingeniero Arévalo pudo seguir ejerciendo como ingeniero, contratando con el Estado y construyendo edificios en Neiva como el que actualmente realiza frente a las instalaciones de ElectroHuila en el barrio Calixto de Neiva.
Con este fallo, queda cerrada la última investigación en el caso estadio de Neiva, sin mayores responsabilidades.